viernes, 2 de octubre de 2020

Consejos de escritura || Tipos de narradores según la focalización

Uno de los rasgos y elementos principales que debemos conocer a la hora de llevar a cabo nuestra novela o relato es el narrador, el encargado de guiarnos (de forma fiable o no) durante toda la historia y, por lo tanto, quien nos va a contar qué sucede y qué no. En esta entrada os voy a presentar algunas categorías de narradores que creo que es importante que conozcáis.




Los estudios de literatura y escritura son más amplios que un día sin pan. La narratología es la disciplina encargada de estudiar la estructura de los relatos y, aunque tienen raíces anteriores, fueron los estructuralistas quienes se encargaron en un primer momento de organizar y dar orden y concierto a todo. Entonces, ¿dónde entra el narrador aquí? ¿Qué es el narrador?

¿Qué es el narrador? ¿Qué es la focalización?

Genette lo define como la voz, la incidencia del propio escritor. Es, por tanto, el mediador entre el escritor y el receptor, aquel que conecta a ambos. Este puede ser de muy diversas maneras, a veces un personaje presente en la novela, en otros momentos es un narrador obnisciente... Genette establece tres tipos según la focalización: heterodiegético, homodiegético y autodiegético o de focalización cero.

Teniendo esto claro, ¿qué es la focalización? Mieke Bal afirma que cuando se presentan acontecimientos siempre se hace desde un punto de vista, desde una cierta "concepción". La focalización supone precisamente la forma en la que se busca narrar estos hechos: la línea de objetividad (por ejemplo, con el narrador cámara) o subjetividad que se pretende exponer. Javier Aparicio Maydeu en  Taller de la narrativa del siglo XX. El desguace de la tradición define la focalización como «el punto de vista particular o la perspectiva desde los que abordar el conjunto de la historia que se quiere transformar en un discurso. Se trata de un concepto asociado a la posición que ocupa el narrador». 

Esto, sumado a la voz narrativa, el quién habla, genera diversas formas y expresiones narrativas.

Focalizaciones y voces narrativas

He definido qué es el narrador y qué es la focalizacióm, pero ahora aparecen nuevos términos que (quizá) no sabéis qué significan.
  • FOCALIZACIÓN CERO: Supone el narrador omnisciente tradicional de toda la vida y que todos conocemos. Posee toda la información y la gestiona a su voluntad.

  • FOCALIZACIÓN INTERNA: La narración se ve limitada por el punto de vista de un personaje, que solo es capaz de contar lo que él conoce. La narración sale del interior de este personaje.

  • FOCALIZACIÓN EXTERNA: El narrador describe las situaciones desde fuera, sin llegar a entrar en la conciencia de los personajes ni en su explicación.

  • VOZ HETERODIEGÉTICA: Es el narrador que cuenta la historia desde la tercera (o la segunda) persona

  • VOZ HOMODIEGÉTICA: Es el narrador que cuenta la historia desde la primera persona, desde su propia experiencia.

Si juntamos las dos variables de la tabla nos salen una serie de resultados narrativos que nos pueden servir como guía a la hora de crear nuestra narración:

NARRADOR OMNISCIENTE: Heterodiegético + focalización cero

Creo que queda bastante claro, es ese narrador que todo lo ve, todo lo sabe y, además, nos lo cuenta siempre desde fuera, sin formar él mismo parte de la historia.
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo»

Cien años de Soledad, Gabriel García Márquez

NARRADOR TESTIGO: Homodiegético + focalización cero

El narrador ha vivido los eventos que se cuenta, pero maneja toda o casi toda la información disponible. Este narrador puede ser confiable o no.
«En mi primera infancia mi padre me dio un consejo que, desde entonces, no ha cesado de darme vueltas por la cabeza.
 
‘Cada vez que te sientas inclinado a criticar a alguien –me dijo– ten presente que no todo el mundo ha tenido tus ventajas…’. 
 
No añadió más, pero ambos no hemos sido nunca muy comunicativos dentro de nuestra habitual reserva, por lo cual comprendí que, con sus palabras, quería decir mucho más. Queda dicho que tengo una gran tendencia a reservarme toda opinión, hábito que me ha facilitado el conocimiento de las más extraordinarias naturalezas, y también me ha hecho víctima de no pocos latosos sempiternos»

 El gran Gatsby, Francis Scott Fitzgerald

NARRADOR HETERODIEGÉTICO DE FOCALIZACIÓN INTERNA

En este caso, el narrador es una tercera persona ajena a los hechos, pero que nos los cuenta todos a través de la mirada de uno o varios personajes. Aunque estos no sean los narradores, son sus vivencias, pensamientos y preocupaciones los que dirigen la narración.

«Cuando Gregorio Samsa se despertó una noche de un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto.Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, parduzco, dividido en partes durasen forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse ya el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos.

- ¿Qué me ha pasado? - pensó.

No era un sueño. Su habitación, una auténtica habitación humana, si bine algo pequeña, permanecía tranquila entre las cuatro paredes harto conocidas. Por encima de la mesa, sobre la que se encontraba extendido un muestrario de paños desempaquetados -Samsa era viajante de comercio-, estaba colgado ese cuadro que hacía poco había recortado de una revista y había colgado en un bonito marco dorado. Representaba a una dama ataviada con un sombrero y una boa de piel, que estaba allí, sentada muy erguida y levantaba hacia el observador un pesado manguito de piel, en el cual había desaparecido su antebrazo».

La metamorfosis, Franz Kafka

 NARRADOR DESDE DENTRO DE SÍ: Focalización interna + homodiegético

Este narrador es quizá el más habitual en la primera persona. Es un personaje el que nos cuenta desde su propia perspectiva y pensamiento los hechos, por lo que en muchos casos no es confiable. El ejemplo más claro y que muchos conoceréis es Kvothe en el Nombre del viento cuando cuenta su propia historia.

Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida privada. Para esas cosas son muy especiales, sobre todo mi padre. Son buena gente, no digo que no, pero a quisquillosos no hay quien les gane. Además, no crean que voy a contarles mi autobiografía con pelos y señales.
El guardián entre el centeno, J. D.Salinger

NARRADOR DE FOCALIZACIÓN EXTERNA Y HETERODIEGÉTICO

Entramos en los que, para mí, son quizá los narradores más interesantes: los de focalización externa. En general, lo que estos narradores buscan es contar los hechos alejándose de sus personajes, actuando en muchos casos como cámaras que muestran  y no ahondan. Este tipo de literatura es muy habitual entre los existencialistas y la literatura de los años 40 y 50. 

«El sol arriba se embebía en las copas de los árboles, trasluciendo el follaje multiverde. Guiñaba de ultrametálicos destellos en las rendijas de las hojas y hería diagonalmente el ámbito del soto, en saetas de polvo encendido, que tocaban el suelo y entrelucían en la sombra, como escamas de luz. Moteaba de redondos lunares, monedas de oro, las espaldas de Alicia y de Mely, la camisa de Miguel y andaba rebrillando por el centro del corro en los vidrios, los cubiertos de alpaca, el aluminio de las tarteras, la cacerola roja, la jarra de sangría, todo allí encima de blancas, cuadrazules servilletas, extendidas sobre el polvo. 
—¡Bueno, hombre!, ¿qué os pasa ahora? ¿Me la vais a quitar?  
—Echaba el brazo por los hombros de Carmen y la apretaba contra su costado, afectando codicia, mientras con la otra mano cogía un tenedor y amenazaba, sonriendo: 
—¡El que se arrime...! 
—Sí, sí, mucho teatro ahora -dijo Sebas-; luego la das cada plantón, que le desgasta los vivos a las esquinas, la pobre muchacha, esperando. 
—¡Si será infundios! Eso es incierto. 
—Pues que lo diga ella misma, a ver si no.  
—¡Te tiro...! —amagaba Santos levantando en la mano una lata de sardinas. 
—Menos! 
—Chss, chss, a ver eso un segundo... —cortó Miguel—. Esa latita. 
—¿Esta? 
—Sí, esa; ¡verás tú...! 
—Ahí te va. 
Santos lanzó la lata y Miguel la blocó en el aire y la miraba: 
—¡Pero no me mates! —exclamó—. Lo que me suponía. ¡Sardinas! ¡Tiene sardinas el tío y se calla como un zorro! ¡No te creas que no tiene delito!— miraba cabeceando hacia los lados. 
—¡Sardinas tiene! -dijo Fernando-. ¡Qué tío ladrón! ¡Para qué las guardabas? ¿Para postre?»

 El Jarama, Rafael Sánchez Ferlosio

Creo que se aprecia en este pequeño apartado como el narrador simplemente hace una descripción fotográfica de los hechos, sin inmiscuirse en ellos y sin entrar en profundo en la opinión o comportamientos de sus personajes.

NARRADOR DE FOCALIZACIÓN EXTERNA Y HOMODIEGÉTICO

Y llegamos a mi favorito. En este caso, de nuevo vemos los elementos externos de los hechos y de los personajes, pero, en este caso, todo se ve a través de los ojos de un personaje protagonista o no. De gran interés por su complicación y la forma en la que desde el alejamiento es capaz de expresar mucho. El mejor ejemplo es Camus y os recomiendo muchísimo que os acerquéis a su obra para verlo.

Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: «Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias.» Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer. 

El asilo de ancianos está en Marengo, a ochenta kilómetros de Argel. Tomaré el autobús a las dos y llegaré por la tarde. De esa manera podré velarla, y regresaré mañana por la noche. Pedí dos días de licencia a mi patrón y no pudo negármelos ante una excusa semejante. Pero no parecía satisfecho. Llegué a decirle: «No es culpa mía.» No me respondió. Pensé entonces que no debía haberle dicho esto. Al fin y al cabo, no tenía por qué excusarme. Más bien le correspondía a él presentarme las condolencias. Pero lo hará sin duda pasado mañana, cuando me vea de luto. Por ahora, es un poco como si mamá no estuviera muerta. Después del entierro, por el contrario, será un asunto archivado y todo habrá adquirido aspecto más oficial. 

Tomé el autobús a las dos. Hacía mucho calor. Comí en el restaurante de Celeste como de costumbre. Todos se condolieron mucho de mí, y Celeste me dijo: «Madre hay una sola.» Cuando partí, me acompañaron hasta la puerta. Me sentía un poco aturdido pues fue necesario que subiera hasta la habitación de Manuel para pedirle prestados una corbata negra y un brazal. El perdió a su tío hace unos meses.

El extranjero, Albert Camus

Conclusiones

Conocer los diferentes tipos de narradores no es una obligación para escritores, los utilizamos, en muchas ocasiones de forma casi automática, pero, conocerlos, al igual que con otros elementos de la narración, nos ayudan a desarrollarlos de forma más correcta o, simplemente, comprenderlos y tomar ideas y formas para hacerlos. Estas categorías son móviles y no implica que en una novela o relato no se puedan unir o fusionar, sino que funcionan simplemente como categorías generales que se pueden utilizar y variar. 

Debajo os dejo un par de menciones bibliográficas a las que os podéis acercar para entenderlo mejor o simplemente por curiosidad. ¿Cuál de estos narradores habéis utilizado? ¿Cuál es vuestro favorito?

BIBLIOGRAFÍA

APARICIO MAYDEU, Javier: Taller de la narrativa del siglo XX. El desguace de la tradición
BERISTÁN, Helena: Análisis estructural del relato literario. Teoría y práctica, 1982
GARCÍA LANDA, José Ángel: Acción, relato, discurso. Estructura de la ficción narrativa, 1998




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