jueves, 1 de octubre de 2020

Blogs en tiempos de olvido || Presentación

Los blogs parecen resquicios de una época pasada, un pasado (im)perfecto al que nos acercamos de vez en cuando, preguntándonos qué fue de nosotros. Admiramos un momento donde nos vemos como modelos de comportamiento, como todo aquello que, en muchos, nos gustaría haber seguido siendo. «Antes leía 300 páginas de una sentada», «antes podía estar horas sentado haciendo algo» afirmamos tantas veces sin pensar siquiera en la verdad que hay detrás. Los blogs, son, en conclusión, un pequeño fragmento de ese paraíso perdido al que volvemos una y otra vez.




Me gusta decir que soy una persona algo intensa en la vida, lo llevo casi como una forma de vivir y existir. Es mi propia marca de identidad, aunque, siendo sinceros, me sale de forma natural. Quizá por esto mismos y para no darle más la turra a mis amigos o al noveo he decidido volver a un espacio en el que prácticamente viví hace ya más de seis o siete años: blogger. He tenido varios intentos de retomarlo en los últimos años, pero siento que este es el momento. ¿Por qué? Pues porque quiero.

Las presentaciones son un espacio donde decir qué tienes intención de hacer, un contrato no firmado entre tú, el creador, y la audiencia. Yo prometo (con los dedos cruzados para poder romperlo) traer entradas sobre historia, especialmente de la Edad Media y de los movimientos sociales y las cosas de posmodernos queer,  literatura en todas sus facetas y escritura. Empezamos además en una muy buena época: spooky season. Quiero dejar algunas cositas que ya se verán.

En las presentaciones también hay que hablar un poco de uno mismo, ¿no? Bueno, pues estudio historia, pero no quiero ser historiador de nada en específico porque casi todo me llama la atención. Sí quiera quiero ser historiador. Quiero ser historiador, filósofo, historiador del arte, antropólogo, teórico literario... Quiero ser tantas y tantas cosas, pero mi posición económica apenas me va a permitir llegar a ser «historiador de» como para pensar en las otras tantas cosas.

No es la primera vez que tengo ni que manejo un blog, ya lo hice allá por 2013 cuando abrí un blog sobre libros, o hace un par de años cuando abrí un blog sobre escritura y libros... Pero tengo un problema con ellos: al final los abandonaba. Los abandonaba no por cansancio o aburrimiento o porque fuesen demasiado trabajosos. No, los abandonaba porque me obligaba a algo, me especializaba en algo que, aunque me gustase, no expresaba todo lo que quería hablar, no mostraba todo mi "potencial".

A menudo pienso que mi cerebro y el resto de elementos de mi vida se mueven a velocidades muy distintas, incluido yo mismo, en una especie de separación extraña entre "yo" y "mi cerebro". Es como que quiero hacer demasiadas cosas, quiero hablar de demasiadas cosas, quiero ver demasiadas cosas. Todo. Y de forma rápida, además, para no sentir que solo estoy haciendo eso.

Un amigo me llamó una vez «perfecto hijo del capitalismo» y fue, en cierto modo, un guantazo a mano abierta. Empecé a formarme en estos temas y ganar conciencia de clase hace unos seis años, cuando estaba en 4º de la ESO y nunca había sido tan consciente de lo mucho que me había absorbido el sistema neoliberal hasta que no me lo dijo. Estoy haciendo siempre cosas, siempre. No sé descansar ni sé estar sin hacer nada.

Y diréis: «Rubén, vas a hacer esto para llenar más huecos en tu vida». Sí, pero no. Hace cosa de un año me vicié mucho a un podcast (Personal y Político) en el que en un capitulo hablan de la productividad y la autoexplotación bajo el capital y toda esta movida. Y hablan de cómo hacer un podcast es, al final, una "pérdida" de tiempo bajo la mirada del capital. Este programa en general es lo que me ha motiva a volver el blog bajo una política muy especial: hacer lo que me dé la gana y disfrutarlo.

Y bueno, básicamente esto es todo lo que quería deciros de momento. Seguid por aquí y me veréis hablar mucho.




1 comentario:

  1. OLE OLE súper contenta de que quieras contar las cosas que quieres contar !! aquí pa leerte siempre <3 (y con emojis también a lo retro)

    ResponderEliminar